Nuestra sección de sucesos se centra hoy en una dolorosa realidad que afecta a la diáspora venezolana. Durante la última semana, al menos cuatro mujeres venezolanas han sido víctimas de crímenes violentos en el extranjero, causando una profunda conmoción en las redes y un clamor de justicia por parte de sus familiares. Estos casos, ocurridos en Chile y en el estado de Florida, Estados Unidos, reafirman la vulnerabilidad de las migrantes.
El caso de la pediatra venezolana Odalys Calderón ha acaparado una gran atención mediática. La profesional de la salud fue localizada el pasado 22 de septiembre en su departamento en Calama, Chile, en un grave estado de salud tras ser víctima de un violento ataque, presuntamente a manos de su pareja, un empresario con influencias en la minería. Odalys fue recluida en estado crítico en la UCI del mismo hospital donde trabaja.
Lo que ha generado mayor controversia es el hermetismo de la investigación. Aunque inicialmente se habló de un intento de femicidio por su pareja, las autoridades chilenas han manejado una tesis alternativa, sugiriendo un posible ataque relacionado con el crimen organizado, lo que excluiría al empresario. Sin embargo, los parientes de la víctima denuncian un posible encubrimiento, asegurando que la policía tiene en su poder el teléfono de Odalys, que podría contener pruebas cruciales, pero no ha sido revisado. A pesar del pronóstico reservado, un último informe indica una leve mejoría, ya que estaría respirando sin asistencia mecánica.
El estado de Florida, en Estados Unidos, fue escenario de dos crímenes fatales en menos de una semana. Primero, conocimos el caso de Thania Chiquinquira Fuenmayor, una madre de 44 años que fue brutalmente apuñalada hasta la muerte en Bradenton. La policía detuvo a un conocido de la víctima, Francisco Ramos Moradel, de 69 años, acusado de asesinato en segundo grado. Sus familiares, quienes la despidieron desde Venezuela, piden justicia para la mujer que había emigrado en busca de mejores oportunidades para sus hijas.
El segundo caso en Florida es el de Yesica Rivera, de 40 años, y su pareja, Carlos Chirino, de 37, ambos venezolanos, asesinados en Tampa por un vecino identificado como Louis Jules. El presunto homicida fue detenido en menos de ocho horas. La hermana de Yesica, Benicar Rivera, denunció que la pareja había sido víctima de acoso y amenazas constantes por parte de Jules, e incluso habían interpuesto denuncias previas, pero las autoridades no intervinieron hasta que la tragedia ocurrió. Los familiares, además de pedir justicia, solicitan apoyo para repatriar los restos de Yesica, madre de dos hijos.
Finalmente, una nota de cierre en Chile arroja un destello de justicia en medio de tanta oscuridad. El Tribunal de Osorno dictó cadena perpetua contra el exfuncionario policial Felipe Paredes por el femicidio de su pareja, la venezolana Diana Guaina, de 29 años, asesinada con extrema violencia a principios de 2023. Su cuerpo presentaba múltiples lesiones, incluyendo cortes, balines y el uso de un cilindro de gas para golpearla hasta morir. La sentencia se realizó en presencia del condenado.
El clamor es unánime: la comunidad pide a las autoridades internacionales no permitir que la impunidad se sume a estos actos de violencia.
Cita de la Fuente
La información fue extraída del portal de noticias 2001 Online con el título "Cuatro venezolanas víctimas de crímenes violentos: los casos que causaron conmoción en la última semana" y puede ser consultada en el siguiente enlace:
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